No he visto todas

Una hoja escrita con plumón negro improvisa un letrero, “Se vende porno” en lo más alto del stand como intentando sobresalir entre el caos, siguiendo la dirección del aviso la entrada del stand adornada a modo de cortinas en uno de los lados full pornografía y al otro como buscando equilibrar la atmósfera videos juegos para Play Station. En cada lado dos letreros ensayados a plumón negro: “SE VENDE PORNO XXX “, su reverso oculta las carátulas del rubro, entro al lugar y bien acomodados solo entrarían tres personas dentro.
Las carátulas de los mejores títulos para adultos forran las tres paredes de la caja de fósforo que resulta el puesto. No hay un LCD imponente como los demás puestos solo un reproductor de DVD portátil, esta prohibido reproducir el material sexual me dice Henry, de acuerdo a las normas establecidas por el centro no se puede, sentencia. El reproductor prestado lo usa para ver películas que le prestan sus amigos, en la pequeña mesita en la que se apoya el reproductor portátil tiene Iron Man 2, así no me aburro voy viendo películas, agrega.
Al preguntarle si toma prestado algún video corta presuroso y responde: nooo…no tengo DVD en mi casa…jajaja. Solo tengo un televisor. A sus 18 años volverá a intentar con Bioquímica como lo hizo hace un año en San Marcos. Todo lo que junta lo guarda menciona, el negocio de las calatas, dice, no lo va separar del estudio. La casa en la que vive es de una tía en el Callao y mamá en Huánuco por su puesto, no sabe que su retoño trabaja vendiendo material pornográfico, solo le ha contado que vende videos. Él agrega que salió de casa a los 17 años armado de valor para decirle a mamá que buscaría su destino en Lima.
El incauto se lleva el material con garantía y si alguna escena tiene fallas todos los discos están registrados con sello de la casa y se hace el respectivo cambio. Una voz femenina interrumpe preguntando si tiene Jenna Jameson, no ya no tenemos contesta Henry que yace sentado en una banquita de plástico, al preguntarle por su experiencia en este rubro se apresura a contestar que recién va tres meses pues antes trabajaba en un oficina en la cuadra tres de la calle Andahuaylas ayudando acomodar papeles, pero le redujeron los días, así que buscando avisos encontró necesitaban vendedor y de casualidad terminó aquí, comenta.
De lunes a domingo de 8:30 am a 10 pm con menú incluido y 140 soles semanales, aunque el dueño del negocio solo viene una vez al mes la única conexión con él es un joven que viene al cierre a llevarse la ganancia del día. Todo esta contabilizado acusa Henry señalando un cuaderno donde llevan el control de todo. Me comenta que ya se acostumbró a pasar más de catorce horas diarias entre carátulas de Sexo amateur, Rocco, La más grande, Noche roja, La Biblia Negra y material que incluye actividades interraciales. Los primeros días le daba vergüenza vender pero es su trabajo, agrega. Un buen día puede llegar a los 200 soles y un día poco excitante unos 80 soles. Dos por cinco o uno por tres soles no importa el título el precio es el mismo costo. Hay caseros que ya conoce como el marino que se lleva una caja de 20 películas al mes y las vende en el puerto a los turistas a dos dólares cada uno y hay veces en las que tiene que hacer de consejero, aunque aclara que el no ha visto mucho, les tengo que inventar algo, yo no he visto todas tampoco, tengo que vender según lo que compran pe, les digo Rocco, Telo Peruano, Henry ríe y cruza los brazos sentado. Al averiguar su proyección en el negocio, interrumpe, no, solo me quedo hasta agosto, luego voy a postular otra vez, yo sigo con mis estudios.